Quiero ser libre, no valiente.

Esta pancarta representa el miedo que sienten las mujeres por el mero hecho de ser mujeres en un sistema patriarcal. Es una realidad que se ven obligadas a vivir diariamente y a la que tienen que hacer frente desde su valentía. Se trata de un sentimiento con el que no tienen que lidiar los hombres al caminar por la calle solos o con otro amigo.

Representa un claro ejemplo de cómo el feminismo debe trascender más allá de las leyes y ser incluido en una educación que trabaje con perspectiva de género. El machismo no se encuentra meramente en las instituciones, sino que se encuentra intrínseco en nuestra sociedad y por ende en nuestro comportamiento.

A través de la pancarta podemos apreciar la evolución del feminismo en sus diferentes olas. En un primer momento no se concebía la idea de que una mujer fuera sola por la calle. Cuando esto se consiguió se vieron forzadas a ser valientes por el constante acoso de los hombres. Hoy en día se persigue que las mujeres puedan volver a casa con la misma libertad que lo hace un hombre sin ningún tipo de amenaza a raíz de su género.